Primero elegimos el tema de nuestro trabajo, era importante que el tema que elijieramos fuera de interés, así elegimos Bodas de sangre por su importancia en la literatura y su pervivencia después de tantos años.
Cabe destacar, que el paso previo a todo lo dicho fue la lectura del libro sobre el que plasmamos nuestro trabajo, además de la búsqueda de relaciones y datos a comentar.
Después, analizamos la forma final escrita con la que se presentarían los resultados; comenzamos a redactar la introducción teniendo en cuenta que aparecieran puntos como:
a) Los objetivos del Trabajo, especificando el ámbito, el alcance y los límites de la investigación.
b) El estado de la cuestión, es decir, la situación actual del tema a estudiar, las circunstancias (históricas, sociales, etc.) que lo han propiciado.
c) Los motivos por los que hemos elegido este tema.
d) La descripción de los capítulos, entre otros.
Una vez elegido el tema intentamos limitarlo a una sola pregunta: quién, qué, cuándo, cómo, por qué.
Realizamos de un modo rápido una primera búsqueda de información, y ¡manos a la obra!
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